Esta semana, he tenido la ocasión de participar en el On the Edge de ESIC sobre la reducción de la desigualdad como motor de crecimiento.
Conviene mencionar que diversos factores que ayudan a la reducción de la desigualdad en los países son las policías activas de empleo; servicios públicos gratuitos y de calidad; acceso a una buena educación; y transparencia en el ámbito político e institucional.
Respecto a estos factores, se hizo ahínco en la educación gratuita, pero de muy buena calidad. Este punto es esencial para la generación de una nueva sociedad con mayor igualdad. Esta tarea que tenemos todos para contribuir en la reducción de la desigualdad es proveer de educación a todo ser humano desde que nace. Ahí la importancia de que los niños de 0 a 3 años estén dentro de la educación gratuita. Debido a que una estimulación temprana promueve las capacidades mentales, físicas y sociales de los niños. Asimismo, prevé las alteraciones psicológicas, motoras y cognitivas. Además, es en esa etapa donde se puede descubrir problemas de aprendizaje a futuro y beneficiar el vínculo de los padres con sus hijos. Esta última oración, es muy importante para la reducción de la desigualdad, porque favorecería a muchos padres saber de manera temprana las diferentes formas y ayudas que sus niños pueden tener para aprender y así no sentirse excluidos dentro de un sistema educativo que a veces solo tiene en cuenta una sola forma de cómo se debe de estimular el aprendizaje.
Por otro lado, la educación de los niños no solo se debe verse desde la parte de las escuelas y profesores, sino que también va de la mano con los padres. Estos tienen un rol muy importante en la educación, ya que son ellos los que deben contribuir en la formación de valores y ética a sus hijos. Asimismo, esto debe ser basado en el amor, cariño, apoyo emocional y sobre todo a decirles que son capaces de lograr lo que quieren y sueñan.
Entonces, en cuanto a la Educación, considero que se debe realizar una reforma y una inversión integral por parte de los estados en conjunto con la sociedad, para contribuir en escuelas (desde los 0 años) y universidades a lograr un alto nivel de calidad en la enseñanza y todo ello de mañera gratuita.
En definitiva, la educación ayuda en la reducción de la desigualdad, ya que ello potencia las capacidades de desarrollo personal y profesional de la sociedad, contribuyendo directamente al crecimiento de un país.